Cómo evitar un golpe de calor o hipertermia cuando hagas ejercicio

Sin duda realizar algún deporte, aunque sea moderado, es beneficioso para la salud, pero ante tantísima calor que está haciendo ultimamente es necesario tomar una serie de precauciones si no queremos sufrir un golpe de calor (o hipertermia). Vamos a descubrir cuáles son.
Qué es y a qué se debe el golpe de calor
En condiciones normales el ejercicio físico hace que la temperatura del cuerpo aumente de forma proporcional a la intensidad del ejercicio realizado. Este calor se elimina a través de la dilatación de los vasos sanguíneos y de la sudoración. Si las condiciones son las adecuadas el cuerpo podrá regular su temperatura de forma natural sin problema pero, si se pierde demasiado líquido y no volvemos a recuperarlo a tiempo se puede producir una deshidratación. Ante esta situación el cuerpo podría alcanzar hasta los 43º ¡el golpe de calor podría ser mortal!.

En caso de golpe de calor
El golpe de calor se caracteriza por dolores de cabeza y, a veces, la pérdida del conocimiento. También se pueden observar otros síntomas como la piel de gallina, escalofríos, enrojecimiento de la piel, mareos, náuseas, visión borrosa, disminución de la fuerza muscular, dificultad para continuar con el ejercicio… Todos estos signos deben conducirte inmediatamente a solucionar el problema.
Si se sufre un golpe de calor es necesario acostar a la persona con la cabeza erguida y darle agua para beber, refrescarle con la ayuda de compresas frías, echándole agua y aire fresco. Es recomendable que avises a una ambulancia porque a menudo es necesaria una hospitalización.

Consejos para prevenir la hipertermia
Protegerse del calor e hidratarse adecuadamente son los puntos principales para evitar un golpe de calor o hipertermia. Para conseguirlo, sigue estos consejos:

• Protege tu cabeza del calor utilizando una gorra.

• Evita realizar deporte a las horas más calurosas del día.

• Evita permanecer en pleno sol mientras haces cualquier ejercicio.

• Siempre que te sea posible colócate en un lugar con sombra y buena ventilación.

• Refréscate constantemente echándote agua por la frente, la nuca y el cuello.

• Mantén una hidratación adecuada bebiendo agua con regularidad.

• Utiliza ropa que transpire y que te resulte ligera. Olvídate de las prendas de algodón que dan calor y retienen el sudor.

Via: www.adelgazaya.es